Se lleva a cabo la feria regional más importante: Expo de Ciudad Altamirano, que se distingue por ser eminentemente comercial y a ella llegan numerosos expositores ganaderos de toda la República, y las marcas más conocidas de vehículos automotores están presentes, además de carreras de caballos, jaripeos, jugadas de gallos, presentación de artistas nacionales, etc.; asimismo, se pueden observar en sus instalaciones innumerables puestos de todo tipo de mercancías, que se complementan con los espectáculos tradicionales de todas las ferias, como son los juegos mecánicos infantiles, discotecas, peleas de gallos, carreras de caballos, jaripeos, etc.
En Ciudad Altamirano se insiste en que La Valentina, canción popular de principios del Siglo XX, del dominio público, pues nunca se registró, fue compuesta por un peón originario de esa población llamado Delfino Bustos, que trabajó con el hacendado Aurelio Palacios y quien tocaba la guitarra y le gustaba el canto; se dice que Delfino era una persona muy rebelde, que renegaba de ser mozo, situación que lo motivó a irse de soldado a la Ciudad de México, dejando a una novia que tenía en Pungarabato, llamada Valentina García, hija de don Francisco García y doña Maximiliana Madero; seis años después, al volver Delfino, Valentina ya estaba casada, situación que motivó la composición musical.
Algunas de las creencias o costumbres arraigadas en Pungarabato son propias de toda la Tierra Caliente; por ejemplo, el Día de San Juan, que se celebra el 24 de junio, al igual que en toda la región calentana, se acostumbra ir a comer y a tomar la copa a la loma o cerro más cercano de la población; acude la gente vestida con alguna prenda de color rojo, aunque el hecho de que el Santo Patrono de la catedral sea precisamente San Juan Bautista hace que esta tradición se celebre, en Ciudad Altamirano, con mayor relevancia. También se piensa que los remolinos provocados por los vientos son representaciones físicas del demonio, hecho que motiva que las personas se santigüen al avistar uno de estos fenómenos naturales, muy frecuentes durante los meses más secos del año. Otra creencia popular de los habitantes de Ciudad Altamirano es que a los árboles que no han dado fruto se les ponga durante el Sábado de Gloria un vestido de mujer en el tronco y con una reata se les pegue, para estimular su fertilidad.
Trajes típicos. No existe un traje típico propio del municipio. Al igual que en toda la región, el sombrero tlapehualense distingue en el vestir al varón de Pungarabato.
Artesanías. La orfebrería se realiza mediante la aleación de plata, cobre y oro. En filigrana se elaboran objetos como pulseras, cadenas, anillos, aretes y otros productos que gozan de una excelente aceptación en el mercado estatal y nacional.
Manifestaciones artísticas. Ciudad Altamirano ha sido cuna de distinguidos compositores musicales, intérpretes y poetas; entre ellos se menciona al profesor Jesús Bañuelos, quien fue un prolífico compositor, siendo de su autoría Providencia, Felicidades, Pastor, Indalecio, Encarnación, Josefina, Inspiración, Pungarabato, Viva Cutzamala, Duerme, Piedad, Alegría y Angélica. Un compositor e intérprete notable del folclor local es Arturo Villela, quien formó varios grupos de música regional y grabó cerca de 30 discos; su hermano Manuel ha sido compositor de algunas de sus interpretaciones. Como poeta destacó el periodista Manuel M. Reynoso, autor de numerosos poemas de fino e inspirado contenido.